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Y se termina, toda esta historia llegó a su fin. Te doy las gracias por todos estos meses juntos, darme cada mañana esa fuerza para empezar el día con una sonrisa, porque estuviste siempre a mi lado, a pesar de todo... Y ahora nos separan, en el mejor momento, cuando estamos más enamorados que nunca, te vas a miles de kilómetros lejos de mi y nunca más volveré a verte.
Días, pocos días para poder disfrutar lo poco que estarás aquí conmigo, los últimos besos, las últimas caricias, nuestros últimos abrazos... Pensar que no los volveré a tener nunca más me derrumba, me destroza por dentro y me siento cada vez más vacía. ¿Como hago para volver a empezar, para no sufrir más por todo esto y seguir adelante?.
Tengo un nudo en la garganta que no me deja estar bien, solamente cuando estoy contigo.
Tu ya no estarás, te vas y contigo te llevas todo, todo lo que me hace ser feliz.
Cuanto me hubiese gustado estar toda mi vida contigo, cumpliendo nuestras promesas y nuestros sueños, formar la familia que siempre hemos deseado y vivir nuestra historia, una historia donde no haya final, pero desgraciadamente el destino lo quiso así, con un final triste y duro.
Solo quiero que siempre recuerdes que te amo como nunca amé a nadie, tu fuiste el único que me supo amar sin hacerme daño, que me amó tal y como soy, que me hizo feliz, inmensamente feliz y aunque nos separen, por siempre estarás dentro de mi y formarás parte de mi vida.
Al fin, un amor correspondido no siempre es feliz, este acaba con un triste adiós.